RESEÑA CRÍTICA
EL INMENSO MAR PARTICIPE DE LA TRAGEDIA
Libro: Primero estaba el mar.
Autor: Tomás González.
Editorial: Belacquia.
No. De páginas: 135 páginas.
Colección: La otra orilla.
No. Edición: 1°.
Año de edición: 2007.
Tema: Narrativa.
Primero estaba el mar es un libro publicado originalmente en el año de 1983 por el autor Colombiano Tomás González, un hombre y autor que escribe excelentes novelas en las cuales teniendo el papel de lector es muy fácil involucrarse profundamente en cada palabra. Con esta gran novela Tomás González logra vencer el prejuicio que la gran mayoría de personas tenían y es que se pensaba que las novelas colombianas tenían que estar limitadas a ser a cerca de realismo mágico, de sicarios o de narcotráfico. El título de este libro tiene un significado ya que proviene de un reconocido poema de la mitología Kogui, una cultura precolombina, en este poema se consta la existencia de un mar mitológico siendo este el origen de todo.
Básicamente la novela se desplaza directo al mar Caribe de la costa Colombiana, donde los protagonistas, J. y Elena deciden vivir, allí frente al mar; a medida que va avanzando la novela los mismos protagonistas la van tornando hostil, violenta, generando tragedias, malos entendidos, infidelidades, pero que de una u otra manera los hace sentir vivos y libres. J. es un sujeto cansado de la vida urbana que vivía en Medellín del año de 1975, siendo este un hombre “literato, anarquista, izquierdista, negociante, colono, hippie, y bohemio” según como lo califica el autor. J. decide viajar a la costa de Urabá en un intento empresarial de tener su propia finca y vivir en ella explotando cada materia prima que la naturaleza permitiera, J. iba acompañado de su segunda mujer, Elena. Ella se muestra totalmente incrédula a esa decisión ya que sentía que no iba a ser capaz de perder los supuestos privilegios que tenía al ser civilizada pero que a su vez sentía que tampoco tenía muchos ideales viviendo en la ciudad de Medellín. Elena es una mujer muy temperamental y de fuerte carácter comparándose con el mar y con los habitantes de la costa, con los cuales en el transcurso de la novela nunca logra entenderse así que ella termina derrotada siendo una víctima ante sí misma, ante los demás y ante el mar. Casi al final de la novela aparece un hombre llamado Octavio, un hombre audaz, siniestro y peligroso. J. que para ese momento primordial de la novela está totalmente alcoholizado, degenerado y absolutamente sólo debido a que Elena lo dejó porque ya se habían lastimado lo suficiente física y emocionalmente, J. le otorga el cargo de administrador de la finca a este hombre y desde ese momento la novela pierde absolutamente el tema que traía de un paraíso perdido y de trama sentimental convirtiéndose en una tragedia donde la violencia es lo único que sobresale. Octavio además de ser un hombre audaz, siniestro y peligroso, es una fuerte amenaza para la vida de J., es un hombre totalmente brutal, agresivo, siendo al mismo tiempo misterioso, de muy pocas palabras, que ya ha aprendido a convivir con la naturaleza y tiene la capacidad de imponerse sobre personas ilusas e improvisadas como lo son los protagonistas, que ven el mar como fuente de riqueza y tranquilidad y no como lo que realmente es, un ser mitológico con una fuerza imponente que no perdona a ningún ser. Finalmente la novela acaba con el asesinato de J. realizado por Octavio causado por una fuerte pelea entre ambos. J. en ese momento final de su vida, demuestra el reconocimiento de hermandad que tienen el nacimiento y la muerte y siente la verdadera libertad y sobriedad de su decisión de vivir frente al mar. Es muy personal y revelador de parte de Tomás González haber declarado que esta novela le sirvió como desahogo y expiación del dolor que sintió por el asesinato de su hermano en circunstancias muy similares a las representadas en la novela.
El libro en general logra todos sus propósitos ya que como lo ha mencionado el autor, Tomás González, con su obra quería demostrar a todo el público lector que las novelas colombianas no sólo tenían que ser obligatoriamente basadas en realismo mágico ni a cerca de sicarios y mucho menos de narcotráfico, como se piensa en la gran mayoría de lugares, sino demostrar que otra clase de literatura se puede representar sobre Colombia, como lo son sus costas, playas, fauna, flora, la naturaleza en general, etc. El texto propone de una u otra manera que cada lector comience a cambiar formas de pensar erróneas y superar paradigmas primero como ciudadanos colombianos y segundo como personas extranjeras que en su gran mayoría solo suponen sin darse la oportunidad de explorar o conocer nuevas realidades como lo es cada aspecto que demuestra la belleza del país colombiano. Finalmente la importancia que el lector de este libro debería reconocer es la dedicación y entusiasmo que el autor puso en esta obra para dar a conocer nuevas realidades que aunque puedan parecer superficiales e incoherentes es un estilo de vida que viven personas como las representadas en el texto y también reconocer la importancia de abrirse a nuevos conocimientos que ofrece la sociedad colombiana.
Bibliografía: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/boletin/boleti3/bol2/medellin.htm
http://sinplumas.blogspot.com/2006/08/primero-estaba-el-mar-toms-gonzlez.html
http://www.casadellibro.com/libro-primero-estaba-el-mar/1132245/2900001173473